Esta ruta es muy parecida a la ruta 4 del valle y está señalizada en los puntos principales con unos carteles blancos con marcas rojas y el número 4. La ruta comienza en Alameda del Valle, donde dejamos nuestro vehículo en las proximidades de la iglesia de Santa Marina, del s. XVI. De ahí continuamos rodeando la iglesia y continuando hasta la valla que da inicio al Camino de los Cascajares, que atravesaremos para seguirlo en su inicio, atravesando el río Lozoya por el puente y continuando de frente, en vez de seguir por dicho camino que se desvía a nuestra derecha. Por nuestro camino, que es el de Matatejada (o antiguo camino de la Majada del Cojo), continuamos dejando pronto a la derecha el helipuerto y el desvío a la derecha que conduce a la Ermita de Santa Ana y, más allá, hasta el refugio Majada del Cojo, hasta el que también llegaremos, por un camino más corto, hasta encontrar una nueva puerta, la de Moroviejo, generalmente abierta, con un camino que parte a la izquierda junto a la alambrada hacia los Prados de la Majada, y que será por el que volveremos , pero que no tomaremos ahora, sino que seguiremos de frente por el camino entre muros de piedra, cruzando el arroyo y continuando de frente, ignorando los desvíos hasta una curva a la derecha junto a la que hay una puerta, generalmente abierta. Ambos caminos conducen al mismo sitio, pero entraramos por la puerta para atajar (optaremos por seguir por el camino si preferimos una subida más gradual). Más adelante, ignoraremos un desvío que asciende a la izquierda y que se acaba difuminando en la zona de El Cabezuelo. Llegaremos a la pista, que podemos tomar a la izquierda o atravesarla hasta volver a cruzarnos con ella más adelante y tomarla esta vez a la derecha para adentrarnos en Moroviejo.

El camino aquí es más interesante, con piso de piedra, numerosos arroyos y preciosas vistas como en el Raso de la Esacera. Continuaremos por él hasta el final, donde llega a la pista que sube hasta Morcuera, y que tomaremos hacia la izquierda hasta llegar al Refugio Majada del Cojo . Nada más pasarlo, tomamos la pista que parte hacia la izquierda y atrás, ascendiendo hacia el Espartal. La pista se divide más adelante en dos ramales . Veremos la marca de la pista 4 en un pino señalando a la derecha, dirección que tomaremos, y que nos conducirá hasta el final del pinar y una valla, donde tomaremos el camino que discurre por la cuerda junto a ella hacia la izquierda y que nos llevará por los Altos del Hontanar primero hasta Navalasierra, coronada por El Espartal, a 1733m, marcado por un vértice geodésico. Veremos el cartel inaccesible, que ha quedado encerrado por las alambradas a las que alguien encontrará utilidad. Volveremos sobre nuestros pasos unos metros para atravesar la alambrada por un portillón de estacas, tras el cual veremos una nueva señal de la pista 4, indicando que el camino continúa al otro lado de la valla y a la izquierda. El camino desciende al Collado de las Fuentes y luego vuelve a ascender al Cerro del Águila, donde podemos subir a las peñas que lo coronan por una grieta al final de su costado este, aunque las vistas tampoco son mucho mejores que desde abajo.

Seguimos las marcas de la ruta 4 que nos conducen junto a la valla hasta el collado anterior al Portachuelo por el que pasa la Vereda Canenciana y por donde la cruzaremos. Aquí veremos la última indicación de la ruta 4, que indica seguir de frente, para volver por Pinilla del Valle a través de las Charcas, pero que nosotros no seguiremos esta vez, sino que nos desviaremos hacia la izquierda. A partir de aquí empieza lo divertido, porque la Vereda está evidentemente en desuso y más que perderse, no se encuentra. Seguimos a media ladera hasta una cañada algo vertiginosa, por la que seguiremos el descenso junto a un arroyo, que acabaremos cruzando más abajo. La vereda se acaba encajonando entre dos muros de piedra, que se vuelven a abrir más adelante, donde empieza el robledal y que es atravesado por numerosos caminos en dirección a Pinilla del Valle y que deberemos atravesar sin tomar ninguno. Llegaremos a una alambrada (doble) en la que hay una puerta (sólo hay que dar con ella, incluida en el archivo de recursos). Seguiremos sorteando alambradas hasta llegar a una portillón de estacas que conduce a un callejón, que acaba en una puerta metálica junto al arroyo. Nada más atravesarla, tomaremos a la izquierda la pista que nos conduce por los prados de la Majada hasta la de Matatejada , donde la tomaremos a la derecha y recorreremos en sentido inverso el camino por el que empezamos la ruta.