Partimos de la plaza del Ayuntamiento, más que nada porque suele haber sitio para aparcar y hay varios bares donde podemos tomar algo al finalizar la ruta. Partimos por la calle por la que hemos llegado hasta la carretera y al llegar a la misma, cruzamos y seguimos de frente. Continuando por la pista, dejamos primero a la izquierda una pista que sigue de frente junto al Arroyo de Sauca, pero nosotros lo cruzamos por el puente manteniendo la pista principal, atravesamos una barrera de vehículos y seguimos por el margen contrario del Arroyo. Más adelante, dejamos la pista princial tomando una pista que sale a la izquierda.

La pista continúa hasta un punto donde gira a la izquierda dejando a la derecha una desviación que es casi la continuación natural pero que está más abandonada y no tomaremos, llegando por fin a un prado pasado un embarcadero de ganado .

Desde aquí, sigue por donde puedas. Se muestran aquí dos alternativas, ambas malas. La de la derecha empieza por unos senderos que acaba siendo un infierno de zarzas y maraña de matorrales. El de la izquierda conduce por una zona algo más clara y por un robledal con bastante maleza hasta el inicio de un cortafuegos (lleno de madera seca listo para arder) que nos facilitará bastante el camino, aun así incómodo, hasta llegar finalmente al cortafuegos algo más arriba . Continuamos por el cortafuegos hasta llegar a unas rocas con varios refugios de piedra. Podemos rodearlos o atravesarlos. Ninguna alternativa es cómoda pero en ambos casos llegaremos a un nuevo tramo de cortafuegos, que recorreremos.

El camino continúa cercano a la valla entre municipios y hay un par de oportunidades de atravesarla, bien por un sitio donde la valla ha quedado en un cable bajo bien por un portón unos 40 metros más adelante. A partir de este punto, el camino de Segovia se empieza a pooner de manifiesto, aunque en gran parte del recorrido, sobre todo al inicio, con mucha maleza en el mismo. Ayudándonos de los hitos y del piso horizontal bien marcado no deberíamos tener problemas en seguir el camino, al principio bastante recto y al final con algunas revueltas hasta llegar a la valla que marca la cuerda, donde hay una puerta .

El camino de vuelta es el mismo que el de ida. Podemos probar suerte en la zona intermedia a ver si encontramos una buena alternativa, aunque podemos meternos en un pequeño lío.