Roscos de vino
Tiznao
sábado, 21 de diciembre de 2019
Roscos de vino

Yo también era de los que se dejaba los roscos de vino y atacaba mucho antes los polvorones o el turrón. Y en cocina igual, pero con el tiempo se pasa a valorar más ciertas cosas, y le toca el turno a este dulce navideño a veces ignorado pero no menos exquisito.

El origen de este plato parece remontarse a los árabes (época nazarí, quizá), pero no he encontrado nada concreto. Este dulce es muy típico en la actualidad en Málaga, donde se consume todo el año, pero también en La Mancha, Almería y Granada.

Parece que la grasa tradicional del plato era la manteca de cerdo, aunque la mayoría de las recetas que existen en la actualidad lo sustituyen por aceite de oliva. Como licor, también se sustituye en ocasiones el vino dulce por aguardiente y, en ocasiones, se incorpora anís.

Como aromatizantes, además de la matalahúga y la canela, puede llevar clavo, ralladura de naranja o limón, etc.

Ingredientes (según unidades):

ROSCOS24 u.35 u.
Harina repostería320 g.475 g.
Ajonjolí (sésamo) tostado50 g.75 g.
Azúcar glas60 g.95 g.
Manteca de cerdo130 g.190 g.
Canela molida1,4 g.2 g.
Matalahúga (anís verde)2,75 g.4 g.
Vino dulce (p.ej. un Pedro Ximénez)110 g.160 g.

Preparación

Se precalienta el horno a 150ºC.

Se extiende la harina sobre una bandeja forrada con papel de hornear, se introduce en el horno durante media hora para que se tueste un poco. Se puede remover o voltear la harina antes para que se tueste más por igual.

En caso de no disponer de sésamo ya tostado, se puede tostar el sésamo en una sartén, unos cinco minutos, hasta que se oscurezcan ligeramente. Conviene no pasarse, porque el sésamo quemado amarga.

A continuación, se incorpora en un recipiente la manteca a temperatura ambiente, el azúcar glas, la canela y el anís verde.

Mientras se remueve la mezcla, se va incorporando la harina tamizada.

Luego se añade el sésamo (si se ha tenido que tostar, una vez esté frío).

Incorporar el vino dulce y mezclar.

Masa mezclada

Amasar brevemente hasta conseguir una masa homogénea.

Masa ya amasada

Introducir la masa en la nevera unos 45 minutos para que tome consistencia.

Poner el horno a precalentar a 180ºC.

Estirar con un rodillo sobre una superficie enharinada hasta formar una capa de un dedo de grosor, aproximadamente dos centímetros. Como probablemente se resquebraje, se puede unir manualmente para obtener más superficie útil.

Cortar círculos de masa de unos 5 cm. de diámetro.

Con un descorazonador de manzanas o similar, extraer el centro del círculo de los roscos. Para que no se rompan, si es posible, se puede extraer el centro con el molde exterior en posición y se puede sacar del cortador directamente sobre una bandeja con papel de horno (vale el mismo en el que se tostó la harina).

Repetir con el resto de círculos y, una vez realizada la operación con la tanda anterior, juntar la masa restante, incluida la de los centros de los roscos, amasar de nuevo y repetir el proceso hasta que ya no quede masa.

Una vez caliente el horno, introducir la bandeja con los roscos a media altura durante unos 20 minutos.

Ya horneados

Sacar del horno.

Tan pronto como se puedan manipular sin quemarse, rebozar uno a uno en azúcar glace.

Dejar enfriar en una rejilla.

Rebozado

Se pueden conservar varias semanas en una caja lo más hermética posible.

Rebozados